Cuando se trata de medir la calidad de un centro educativo aislado se aplica el principio "calidad es la satisfacción del usuario", y usamos como herramienta una encuesta entre alumnos, familias y personal del centro en cuestión. Mediante una encuesta podemos saber lo que piensan los alumnos y sus familias del profesorado y del resto de personal. Podemos saber, por ejemplo, si los alumnos rechazan al profesor de Griego y sus causas, si dicha clase se desarrolla con normalidad, si hay alumnos interesados en que la clase no funcione, si hay conflictos y estrategias para resolverlos, si hay una programación, y en definitiva si la clase transcurre dentro de las condiciones necesarias para que se produzcan los mejores resultados. Previamente, el personal del centro debe someterse, durante varios meses, a un proceso de formación, según viene regulado en la Resolución de 27 de mayo de 1998, BOE de 2 de junio de 1998, de la Dirección General de Centros Educativos, por la que se dictan instrucciones para la implantación, con carácter experimental, del Modelo Europeo de Gestión de Calidad en los centros docente. Para medir comparativamente la calidad de un grupo de colegios se recurre a una evaluación de los conocimientos adquiridos por sus alumnos, tal y como ha hecho la Comunidad de Madrid el día 10 de mayo de 2005. En dicha prueba se detecta un fracaso escolar de un 30%. Evidentemente, podemos hablar de calidad positiva de un centro si más de un 70% de sus alumnos han superado la citada evaluación, y habrá calidad negativa para los centros que hayan estado por debajo de ese 70%. Si la Comunidad de Madrid se atreve a publicar los resultados, los padres tendrán una referencia o clasificación, según la calidad, de los centros de nuestra comunidad, tal y como ocurre por ejemplo en el Reino Unido, donde sí se atreven, sobre todo porque ello da razones para cerrar centros ineficaces. El informe PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mide la calidad de los sistemas educativos de sus miembros, y el nuestro, la LOGSE, ha salido muy malparado, aunque mejor que los de Italia, Portugal, Grecia y Turquía. El fracaso escolar detectado para nuestro sistema educativo ha sido de un 30%, alejándose de la media de los demás miembros de la OCDE, que apenas si supera el 10%. El objetivo de la OCDE consiste en detectar los fallos para recomendar soluciones. A España se le recomienda mayor autonomía de sus centros. A España se le recomienda mayor autonomía de sus centros. Curiosamente desde la Ley General de Educación, hace 35 años, en todas las normas se ha insistido en la dichosa autonomía, pero se ha pasado del control al supercontrol, y del papeleo al superpapeleo. En dicho informe se declara: "En términos generales, y por tanto con excepciones, la escuela privada prepara mejor a sus alumnos que la pública", lo que para la OCDE es lógico por razones de autonomía. La enseñanza en España está muy reglamentada, y la pública no tiene costumbre y por tanto no sabe vivir en autonomía. La privada en el actual sistema de conciertos, obra del ministro Maravall, pasó a ser asimilada a la pública. El informe de la OCDE parece ponerse del lado de Ramón Tamames, economista, catedrático, ex comunista y ex diputado, partidario del llamado "cheque escolar". Mediante este sistema de financiación, los padres de cada niño en edad escolar reciben un cheque por el importe del coste estimado del nivel educativo al que pertenece dicho niño, y las familias eligen el colegio de sus preferencias. La educación infantil es el nivel adecuado para iniciar la financiación directa a las familias, tal y como ha ocurrido en el Reino Unido. Con el cheque escolar, todo centro falto de alumnos, es decir falto de calidad, se vería obligado a cerrar sus puertas, y solo quedarían colegios de calidad reconocida por las familias... Y el gobierno se ahorraría dinero...