A veces es bueno mirar los toros desde la barrera y saber que vas a estar seguro siendo simplemente el espectador que elige qué ver pero que sólo puede optar a ver aquello que se le ofrece. Sin embargo hay otras ocasiones donde uno tiene esa inquietud, esa vocecita interior que sugiere que nosotros también seriamos capaces de enfrentarnos al toro y que quizá aquellas ideas que se tienen en mente podrían materializarse y convertirse en una historia tan o más interesante que las que elegimos ver: nuestra propia historia.

Dejando atrás los símiles taurinos os planteo la siguiente pregunta: ¿Nunca, a raíz de algo que os ha pasado, que habéis visto o que se os ha ocurrido, habéis pensado que tendríais una buena historia digna de ser contada a través del cine? A mí sí, no os voy a engañar, y es por eso que me gusta el cine y lo practico cuando tengo la oportunidad. Si se tiene una historia en mente ¿por qué guardarla para uno mismo y no aventurarse a hacerla real? Está claro que para empezar a correr hay que andar antes y que para empezar a andar hay que saber ponerse de pie pero si no te arriesgas a intentar levantarte de la butaca nunca podrás saber que se siente andando y si algún día podrías llegar a correr tanto o más rápido que los que están ahora en la cima del cine.

Seamos claros, os estoy dando mi punto de vista en vez de la crítica de cine de Sherlock Holmes (disponible en digestiondeuncinefago.blogspot.com) porque ya empieza el II Concurso de Cortometrajes de Moratalaz y, al margen de mi implicación en él, os animo a que os aventuréis en un proyecto tan divertido, gratificante y cargado de cosas buenas como es la elaboración de un cortometraje.

No os equivoquéis, aquí no estoy promocionando el concurso de nuestro periódico sino diciendo que la existencia de eventos como éste puede ser vuestra oportunidad, vuestra excusa para ir familiarizándoos con los cortometrajes. Así, también os podría recomendar el concurso de cortos Unifest o Notodofilmfest o cientos de ellos que se reparten por toda España. Pero ya que éste es el que nos toca más de cerca por ser de nuestro barrio es al que os animo a que participéis dándoos una oportunidad a vosotros mismos para que comprobéis lo que es vivir el sentimiento del cine en vuestras propias carnes.

La pregunta que más me hacen es ¿pero cómo se hace un cortometraje sin apenas medios? Pienso que es más elogiable la originalidad de las historias y la forma de entretejerlas con los planos adecuados que en que esté grabado con un equipo de mayor o menor calidad. No se trata de ser amigo del talonario como James Cameron sino de estrujarse la cabeza, aprender viendo películas y sobretodo disfrutar con la cámara y la gente con la que se graba.

Steven Spielberg es Steven Spielberg, eso está claro, pero no mucha gente sabe que su primer trabajo fue un cortometraje titulado "Amblin" y que lo hizo a la edad de 22. Gracias a él consiguió un contrato con Universal para 7 años y poco a poco fue creciendo hasta que "Tiburón" lo catapultó a la estela que sigue ahora.

Él es una prueba documentada de que el hecho de empezar poco a poco es una de las claves para ir puliendo el estilo y por supuesto tener ganas de aprender, sin querer ser desde un principio una superestrella, sino simplemente por amar lo que se hace.

Por eso os animo a que experimentéis esa satisfacción y esa vorágine de sensaciones que le hacen a uno desconectar de todo y, como decía al principio, poder transmitir una historia que forma parte de nosotros y que también lo puede ser de la gente que lo vea, pues al fin y al cabo el cine tiene algo de eso, de compartir visiones enriqueciéndose todo aquel que se abra a ellas.

El mes que viene se anunciará a bombo y platillo el II Concurso de Cortometrajes de Moratalaz y bueno, después de haberos dado esta primicia, sólo me queda deciros que ya no haré por ahora más escritos de este tipo sino que la siguiente edición mi intención es hablar de "Invictus", del genial Clint Eastwood, el genial Morgan Freeman y el menos genial pero no por ello malo Matt Daemon

¡Mucha suerte y que disfrutéis los que os aventuréis a hacer un corto!

Alberto Barberá Merino

albertobarberam@gmail.com