¿Qué modelo de Senado defiende el PSOE? > Los socialistas entendemos el Senado como Cámara de representación territorial de la España de las Autonomías en un sentido pleno. El Senado debe contribuir a garantizar un gobierno más cercano y con más derechos a la ciudadanía, y convertirse en auténtica Cámara de representación, participación e integración de las Comunidades en el Estado Autonómico. Los socialistas impulsaremos, desde el consenso, la reforma constitucional del Senado para que cumpla de manera efectiva la función de representación territorial que el artículo 69 de la Constitución le atribuye.

¿Cómo entiende usted la aportación del Senado como cámara legislativa a la convivencia política y a la integración territorial del España? > La creación de un Estado de las autonomías, producto de veinticinco años de desarrollo constitucional y de pluralismo político, y el crecimiento impetuosos de las Comunidades Autónomas con importantes competencias que afectan al Estado Social y al bienestar de los ciudadanos en su vida cotidiana, no se corresponde con la casi nula capacidad de las nacionalidades y regiones para influir en la voluntad del Estado. En lo legislativo hay que ir a una reforma de la Constitución que transforme el actual Senado en una Cámara de las nacionalidades y regiones que integran España. Es imprescindible que haya un cauce institucional para que las Comunidades Autónomas cooperen entre sí, eviten disfunciones y descoordinaciones, y configuren una voluntad legislativa con rango de Ley del Estado, desde un Senado reformado que, en colaboración con el Congreso de los Diputados, representan, como Cortes Generales, al pueblo español, titular de la soberanía conforme a la Constitución. El Estado de las Autonomías tiene que funcionar de forma integrada como un solo Estado, aunque plural y diverso, donde se haga realidad la garantía de igualdad de derechos y oportunidades para todos los ciudadanos según proclama nuestra Constitución.

¿Debe el Senado estar más cerca de los ciudadanos y de la realidad cotidiana? > El objetivo último de la reforma del Senado debe permitir un contacto más fluido y efectivo en el plano legislativo con la realidad autonómica de nuestro país. En Madrid lo tenemos claro. La Comunidad Autónoma de Madrid, con sus graves deficiencias en materia de educación, sanidad, vivienda y seguridad ciudadana, entre otras, propiciadas por la gestión de los gobiernos nacional y autonómico del Partido Popular necesita contar con los mecanismos legislativos necesarios para, a través del Senado, hacerse presente en la escena autonómica del Estado y acercar a la ciudadanía el Senado.

¿Qué reforma del Senado propone el PSOE? > La reforma constitucional del Senado debe basarse en un amplio consenso. El principio de una reforma congruente con la Constitución nos lleva a proponer una reforma limitada al Título III, el referido a las Cortes Generales. El Senado será elegido coincidiendo con el calendario electoral de las Comunidades Autónomas. Parece conveniente aumentar la proporción de los senadores elegidos por los parlamentos de las Comunidades, reduciendo en correspondencia el número de los elegidos por elección directa. Los presidentes de las Comunidades Autónomas gozarán en el Senado de los mismos derechos que un ministro del Gobierno, si bien no serán sometidos bajo ningún concepto al control de los senadores. El Senado resultante de la reforma será una Cámara que ya no será disuelta por el presidente del Gobierno, simbolizando su permanencia la del Estado de las Autonomías. El Senado será Cámara de primera lectura en las leyes marco, de transferencia o delegación y de armonización, en la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas y en las leyes de contenido autonómico expresamente definidas por la Constitución. Asimismo podrán ser objeto de primera lectura las iniciativas legislativas de las Comunidades Autónomas, que se presentarían en el Senado, así como las proposiciones de ley senatoriales o las iniciativas del Gobierno en las que se define la planificación de infraestructuras que afecten a más de una Comunidad Autónoma.

¿De qué forma se haría presente el Senado en la discusión de las grandes cuestiones políticas nacionales que afectan a España? > Es necesario también dotar de capacidad al Senado para promover, con iniciativa propia, grandes planes, nacionales o de cooperación, entre Estado y Comunidades Autónomas. La primera lectura, además de establecer la preferencia de la Cámara territorial, potencia sus funciones, pues las enmiendas que posteriormente introdujera en esas normas el Congreso de los Diputados serían discutidas en la comisión mixta entre las dos Cámaras prevista en el artículo 74.2 de la Constitución, y no decididas tan sólo por el Congreso, como sucede ahora. Asimismo se fortalecerá la función del Senado en la conciliación entre el Estado y las Comunidades Autónomas en torno a la legislación básica. Para el resto de las normas legales las reformas se orientarían al objetivo de facilitar que la voluntad autonómica se exprese en el Senado en el proceso legislativo. Para ello, será preciso ampliar los plazos previstos en el artículo 90 de la Constitución, para que la segunda lectura permita a las Comunidades Autónomas expresar convenientemente su criterio. Un senado reformado no suprime ni las relaciones bilaterales entre gobiernos, ni los órganos multilaterales de encuentro entre ellos, como el Consejo de Política Fiscal y Financiera. No obstante, las funciones de estudio, deliberación, y consulta que sobre materias financieras atribuye la ley a ese Consejo, serían asumidas por el Senado reformado, mediante la creación de un Observatorio Económico y Financiero, inspirado en modelos existentes en Cámaras Altas de estados democráticos descentralizados como el nuestro. En un Senado reformado todas las Comunidades Autónomas tendrían oportunidades semejantes de participación. En congruencia, los hechos diferenciales de las Comunidades Autónomas deberían encontrar en el Senado procedimientos para su protección.

¿Cree usted que el Senado puede tener una dimensión europea? > En el Senado, las Comunidades Autónomas deben poder encontrar el foro adecuado para que sus intereses tengan una presencia política en las instituciones europeas, formando parte de las delegaciones del Gobierno en el Consejo de Ministros de la UE, y en el Comité de las Regiones.