Los profesionales que trabajamos en las Escuelas Infantiles Públicas de la Comunidad de Madrid nos vemos afectados por la siguiente situación: La E.I. "Las Doradas" y la E.I. "El Caracol" son escuelas infantiles de la Red Pública de Centros Docentes de la CAM., están situadas en la zona de Moratalaz funcionando independientes desde su creación, siendo las dos de gestión directa de la Comunidad de Madrid. Coincide la circunstancia de que para ambos centros se ha construido un nuevo edificio con mayor capacidad que el actual. En el caso de la E.I. "Las Doradas" se instalaron en el nuevo centro ya construido el 7 de enero de 2004 ocupando cinco de las ocho unidades, en el caso de la E.I. "El Caracol" la nueva Escuela está construida y terminada y contará con ocho unidades, actualmente el centro funciona con cuatro ya que aun no se han trasladado.

Hasta aquí todo perfecto pero: con fecha de 23 de junio las directoras de ambas escuelas nos informan al personal sobre la decisión de la Consejería de Educación de fusionar ambos centros. Con esta actuación se plantean que: Dos escuelas públicas funcionando se fusionan en una sola escuela pública, dos edificios públicos que albergan centros educativos públicos se convierten en una Escuela de Gestión Pública y una Escuela de Gestión Privada.

Lo que significa: · Nula inversión en la enseñanza pública priorizando la iniciativa privada. · Nula creación de puestos de trabajo de empleo público. · La presión sobre las escuelas de gestión indirecta para llevar a cabo iniciativas como la de ampliar horarios de los centros hasta las 19,30 de la tarde con personal no cualificado. · Los pasos firmes que la Administración educativa ha dado como sacar la educación infantil 0-3 del Sistema educativo (educación preescolar) con la LOCE y las claras referencias en el desarrollo del currículo al carácter asistencial de esta etapa. Nos quieren vender que esta fusión significa dar respuesta a la necesidad de plazas escolares 0-3 en el barrio, de la misma manera insisten en que no se vulnera los derechos de los trabajadores, ya que no se trata de un traslado sino de una "fusión", y que con el excedente de plantilla se entrará en negociaciones individuales. ¡Nos la han jugado bien!. Todos contentos pero ¡que pena! Que sea a costa de este proyecto en que todos creemos "LA ESCUELA INFANTIL PÚBLICA". El primer paso fue sacar de las escuelas públicas el 2º ciclo, ya que solo quedan, como especie en peligro de extinción, unas pocas que resisten y defienden este modelo contra viento y marea. Las escuelas quieren convertirlas en "guarderías" en centros 0-3 en las que se relega el carácter educativo priorizando cubrir horarios laborales. ¡Tengamos cuidado! Quien trabajamos somos los padres, no nuestros hijos/as. Cuando ya estemos tragando (porque no nos queda más remedio) por ser un garaje de pequeños/as, viene la segunda parte, no quieren la asunción de la responsabilidad de la gestión directa, no interesa (porque no hay dinero) gestionar las escuelas desde los fondos públicos y mantener la calidad educativa que hasta ahora defendemos. Solo nos queda el derecho al pataleo, desde la Consejería se plantea como una solución que contenta a todos, que deja satisfechos a familias, a profesionales, pero... y a los niños/as ¿Quién les pregunta? ... La política de conciliación laboral debería establecer medidas para que los niños/as estuvieran más con sus padres y no todo el día en centros. Si ¡estamos contentos!, porque nos obligan a decidir individualmente sobre nuestro puesto de trabajo, manipulan las formas vendiéndonos una plantilla con condiciones inmejorables. Por eso, antes de salir en desbandada a agarrarnos a los "paraísos" que nos ofrecen, queremos luchar juntos por la escuela pública de calidad vamos a seguir defendiendo: · Una escuela infantil pública con carácter eminentemente educativo. · Una etapa 0-6 en las escuelas que son quien realmente cubren las necesidades de los niños/as de estas edades. · Una educación en igualdad para todos/as. · La gestión pública de los centros financiados con fondos públicos. · Un equilibrio entre calidad educativa y demanda social, pensando siempre en el bienestar del niño/a.