Los primeros donde nos detendremos son los Jardines de Dionisio Ridruejo, más conocidos por todos como el parque de la Esperanza por pertenecer a ese polígono de casas de Moratalaz. Tal vez por ser el más cercano a mi casa y en el que he pasado grandes momentos, tiene unos rincones especiales para mí. En el centro tiene un gran lago, que desde hace poco tiempo, cuenta con grandes fuentes que lo hacen más llamativo. Este lago, en ocasiones en invierno, se hiela haciendo las delicias de los pequeños, que tienen cerca de sus casas una pequeña pista de patinaje. Pero además, tiene parte de la vía del tren que llevaba a Arganda y que se conserva como algo curioso y a la vez cargado de historia. También cuenta con señales de tren que hacen interesante el parque y así poder recorrerlo para descubrirlos. Y no se olvida de los más pequeños, con grandes zonas de columpios, toboganes, etc., donde pueden jugar tranquilos mientras sus padres les observan viendo los grandes árboles o sentados en los múltiples bancos. Los deportistas también tienen su rincón, ya que cuenta con pistas de fútbol y baloncesto. Además es grande y puede ser recorrido por ciclistas y corredores, todas las veces que quieran. Los domingos también se puede ver a gente jugando a la petanca, siempre que el tiempo acompañe. Este parque fue ampliado al construir casas nuevas, que le han hecho llegar hasta la calle Fuente Carrantona, incluso más lejos, y así convertirse en una de las zonas verdes más grandes de Moratalaz.