Por un lado tenemos las obras que ya anunciamos antes del verano por mejoras del Canal de Isabel II, a las que le quedan aún unos cuantos meses para ser acabadas, y que abarcan aproximadamente desde la calle Marroquina hasta Arroyo de Media Legua.

Este verano, sobre todo desde principios de agosto, el Ayuntamiento ha comenzado en diferentes distritos de Madrid su primera gran Operación Asfalto, interviniendo en 129 calles y con un gasto total de 18 millones de euros, cantidad, millón arriba millón abajo, que será destinada todos los años a través de la partida de inversiones financieramente sostenibles para seguir con los arreglos de la ciudad.

Normalmente se van a centrar en dos aspectos: calzada y acera. En la primera se busca renovar la capa de rodadura de las vías públicas para mejorar las condiciones de circulación, aumentar la seguridad, mejorar las condiciones ambientales y mantener en buen estado la infraestructura viaria municipal. En cuanto a las aceras el objetivo es adaptar la configuración de los espacios públicos urbanos y sus elementos al paso del tiempo y las nuevas necesidades y condicionantes relacionados con la mejora de la funcionalidad, la movilidad, la seguridad vial y la accesibilidad urbanística.

En nuestro distrito las intervenciones se han centrado en las calzadas del eje Calle Pico de los Artilleros - Mario Cabré - Encomienda de Palacios, en Arroyo Fontarrón y en Avenida de Moratalaz. Además, también se renuevan las aceras a la altura de Pico de los Artilleros 206, calle Félix Rodríguez de la Fuente y en la glorieta y paso de peatones.

Por otro lado, al margen de esto, habrás podido comprobar la nueva señalización de los ciclocarriles en buena parte de nuestras calles. El 6 de agosto por la noche dio comienzo la señalización de los itinerarios ciclistas de Moratalaz, con lo que puede verse pintado en el asfalto dicho símbolo, representado por un pictograma de la bici, unas flechas direccionales y la señal de limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora. La señal del ciclocarril informa a los conductores sobre la preferencia de los ciclistas, a través de un doble mensaje. Primero, limitando la velocidad a 30 km/h y segundo, reafirmando que la posición de la bici en la calzada al circular debe ser por el centro del carril. Además, los conductores en ciudad, para adelantar a los velocípedos, tienen que cambiar de carril. Por su parte, el ciclista deberá indicar sus maniobras al resto de los conductores y respetar los semáforos y demás señales de tráfico.