Miles de estudiantes de colegios, institutos y universidades se enfrentan a las pruebas que han estado temiendo o esperando a lo largo de todo el año, los exámenes. Un mes de intenso nerviosismo y ansias de acabar para poder disfrutar de ese largo verano. Una tensión sentados en sus mesas de estudio, tumbados en sus camas, etc., cada uno estudia a su manera, mientras en la calle el sol te llama a gritos o la piscina te espera para refrescarte. Un mes, que para algunos se hace interminable, pensando en poder estar libre todo el verano o tener que dedicar tiempo a esa asignatura que se nos ha resistido. Y, porque no, pensado en si nos pondremos contentos o bastante tristes ante el boletín de notas o frente al tablón de clase. Todos somos diferentes, y más a estas edades, pero algo que nos une cada año es esta situación de nerviosismo, aunque siempre nos digan: “No es para tanto". Puede que tengan razón. ¡Buena suerte a todos!