Este verano en las Águilas de Moratalaz no han querido perder el tiempo y además de abrir las puertas a nuevos talentos futbolísticos y nuevos entrenadores han querido darle un plus al cuerpo técnico y directivo.

Así, el pasado 15 de agosto, se hizo público que incorporaban al que será a partir de ahora máximo responsable en la dirección deportiva: Antonio Martínez Rodado.

Como jugador se formó en la cantera del Rayo y se hizo en la tercera división manchega. Conoce bien la regional madrileña como entrenador y sobre todo con gran experiencia como Director Deportivo en escuelas como la EF La Chimenea, donde consiguió que fuese galordanada por la RFFM como la mejor escuela de la temporada 2013/14.

Se formó en la Dirección de-
portiva (2010) en Valdebebas y viene con muchas fuerzas e ilusión para afrontar este nuevo proyecto.

Dos semanas después siguieron las novedades para reforzar la estructura deportiva de la escuela… y para ello apareció Isidoro Recuenco, para ocupar la figura clave de preparador físico: pieza imprescindible en el aprendizaje y desarrollo de los jugadores, con experiencia y tablas en este rol.

Ex-futbolista, entrenador, preparador físico y profesor de una escuela de tecnificación, Isidoro también hará las veces de segundo entrenador del equipo Senior A de la Escuela, junto con Javier Aguilera (primer entrenador).

Como futbolista conoce bien la regional madrileña, equipos como el Conquense, Periso, Adepo, E.D Moratalaz o Vallecas fueron algunos en los que militó. Como entrenador y preparador físico se ha formado también en la Comunidad de Madrid, pasando por equipos como el CD Vallecas y World Sport en diferentes categorías desde Infantiles hasta Senior.

Para su trabajo usa el Método Coerver (consiste en construir una estructura piramidal que estará relacionada con la edad y los aspectos a trabajar que tendrán un orden gradual y acumulativo para cada nivel).

Así que, reforzado el equipo técnico, les toca a los jóvenes demostrar lo que valen y llevar bien lejos el nombre de Águilas de Moratalaz.

¡A volar alto aguiluchos!