LA CULTURA QUE SE CELEBRA EN MORATALAZ

El año pasado el tiempo no acompañó pero en esta ocasión, del 21 al 27 de abril también, tuvimos mas suerte y el sol no abandonó en ningún momento a la Feria, a sabiendas que tenía que redimirse de la anterior vez y dejar a la gente disfrutar.

La semana comenzó con actividades descentralizados en varios puntos de Moratalaz, involucrando desde a la gente más mayor hasta a los más pequeños.

Así, hubo actividades dirigidas a los escolares de primaria, a los de secundaria, a sus padres para aprender formas de “acompañarles”, a aquellos que quisieran hacer deporte, a paseantes que mientras caminaban por las calles del barrio aprendían los enclaves que sirvieron de inspiración a las novelas de “Manolito Gafotas”, a amantes de la poesía, de la Historia, de matemáticas incluso… Y eso antes de los días fuertes: viernes, sábado y domingo.

Porque en esos tres días, con el mismo enclave que el año pasado en la Plaza Manuel de Quintana (esquina de Vinateros con Marroquina) se concentraron los platos fuertes desde por la mañana hasta las 10 de la noche, en una sucesión eléctrica de actividades, exposiciones, debates, presentaciones, bailes, talleres…

El viernes los mayores sacaron todo su arte y saber y sorprendieron a los asistentes con sus lecturas teatralizadas, así como con los cuentos seleccionados del concurso literario que se llevó a cabo previamente en los distintos Centros de Mayores Municipales del distrito. A estas actividades les siguió la inauguración del evento por parte de la Junta Municipal, presentaciones de numerosos libros, actividades para jóvenes como talleres y “Pintamos todos” del Proceso Comunitario de Moratalaz y finalmente tres conciertos seguidos desde las 19.45h hasta las 22.00h.

El día siguiente empezó prontito con juegos, talleres de todo tipo (escritura, marcapáginas, de pintura, reciclaje, cuentacuentos…), y presentaciones de libros hasta medio día, donde se bailó un poquito al son de la Rondalla y Coro. Pero aún faltaba mucho más, pues por la tarde se sucedieron las presentaciones de más libros, hubo un recital de poesía, un recital musicado, más talleres y como broche final a la jornada, otros tres magníficos conciertos.

El domingo no podía perder la inercia y vino también cargadito de acción, dispuestos a acabar por todo lo alto. Y nuevamente el día se llenó de más y más autores y autoras que presentaban sus libros, una tertulia literaria, un show de baile y teatro inclusivo, una divertida clase de bachata, talleres nuevos con respecto al día anterior como serigrafía o cultivo de plantas, juegos de mesa y juegos de rol y aún no se había llegado las 3 de la tarde… Porque después siguió, con más talleres, más presentaciones, una charla informativa sobre la autopublicación y como remate final, ya no tres sino cuatro conciertos seguidos. Un broche final de altura.

Además de todas estas actividades, y más que nos hemos dejado en el tintero, hubo en todo momento casetas de distintas editoriales que también presentaban sus libros, carpas de asociaciones, colegios y agrupaciones y, por primera vez y esperemos que no la última, baños portátiles.

En conclusión, un auténtico éxito en esta quinta edición y un trabajo digno de alabar a las personas y asociaciones de Moratalaz que durante meses han estado con mucha dedicación y mimo haciendo posible estas jornadas tan especiales.

¡Vivan los libros y la Cultura!


LITROS DE CERVEZA Y DIVERSION EN LA FERIA DE LA CERVEZA ARTESANAL

Una de esas propuestas fue la Feria del Libro y la Cultura de Moratalaz, de la que podéis informaros en esta edición en su página 8, y la otra principal fue la III Feria de la Cerveza Artesanal, que aterrizó hace no mucho en el distrito pero que ha cogido carrerilla por la aceptación tan excepcional de vecinos y gente de otros distritos. Y es que otra cosa no, pero en este país danos un sarao con música, ponnos de comer y beber y un ratito como mínimo nos vamos a pasar.

Del 24 al 27 de abril, el Recinto Ferial de Moratalaz (Fuente Carrantona) acogió el evento para amantes del zumo de cebada y atrajo, como siempre, a mucha gente con ganas de pasarlo bien, con solecito y buen tiempo. Algo que no hubo el mes anterior y motivó suspenderla y aplazarla a esta nueva fecha.

Y como no sólo de cerveza vive la gente, aunque sea un evento con esta bebida como protagonista, la oferta lúdica fue amplia y variada durante los días de la Feria.

Porque a quién no le gusta escuchar música mientras se toma algo, y más cuando se sube el nivel y entran en acción al escenario bandas en vivo, donde el rock tenía una cabida especial.

O disfrutar de una buena cata con la multitud de sabores que se le ofrecía al exigente catador. O participar en los juegos populares y talleres. O disfrutar (aunque para algunos el final fuera amargo cual cerveza intensa) de una pantalla gigante y poder ver la final de la Copa del Rey junto a tus amigos, familia y vecinos que en su mayoría, dada la latitud donde estamos, animaban al Real Madrid… o al menos hasta el desdichado final.

En términos generales fue una fiesta de varios días donde daba igual la hora a la que fueras que siempre te ibas a encontrar algo interesante que hacer o alguna cerveza nueva que probar.

Por haber hubo hasta el toque freaky con unos vasos que invitaban a ser coleccionados, con motivos de películas como los Cazafantasmas o dibujos animados de distintas series, como por ejemplo Sailor Moon.

Visto lo visto, no será la última vez que se celebre, por lo que si aún no has catado ninguna de estas tres ediciones, la cuarta es la tuya.